El tema que deseo tratar aquí ha sido
hace tiempo abordado por pensadores como Erich Fromm, Robert Theobald,
H. M. Mcluhan, y otros.
El sueldo asegurado consiste en que el
Estado paga a todas las personas una cantidad de dinero, sin que la
persona trabaje, es decir, sin que la persona tenga obligación de
trabajar, de forma que con esa cantidad pague un piso HUMILDE de unos
mínimos metros cuadrados con capacidad de albergar al menos a cuatro
personas: los padres y dos hijos, la alimentación que necesita; la
cobertura sanitaria pública, la educación pública, el transporte y cualquier necesidad básica para vivir dignamente. Al objeto de frenar en
las
personas una tendencia a la pereza y también para respetar la
libertad de los individuos, si una persona desea para sí mismo o para su
familia, una vida mejor, entonces puede abandonar el sueldo asegurado y
lograr un trabajo o convertirse en una persona laboralmente autónoma.
Se habla hoy día poco en relación al
problema de que hay que poner la economía al servicio del ser humano y
no al revés, que es lo que siempre ha ocurrido y nos ocurre. Ésta era la
opinión de Erich Fromm: poner la economía al servicio del ser humano.
Desde una posición Humanista, un ser
humano, por el solo hecho de haber nacido, tiene derecho inalienable a
todo aquello básico que necesita para vivir: techo, alimentos,
educación, asistencia sanitaria, transporte, vida social y ocio, y
cualquier otra necesidad básica.
Autores diversos han reflexionado sobre
este tema. Algunos se han planteado que antes de la revolución
industrial la humanidad no podía técnicamente obtener los bienes
necesarios para la vida de todo el mundo. Este problema ya no existe.
Hoy día se puede fabricar de todo y con suficiente cantidad como para
cubrir las necesidades de toda la Humanidad.
Otro argumento en contra del sueldo
asegurado es que los Estados no tienen dinero suficiente para ello. Este
argumento ya no es válido porque hoy día sabemos dónde está ese dinero:
en un porcentaje mínimo de la población mundial. Por otra parte, se ha
hecho evidente que la crisis económica que padecemos ha ocurrido por
conductas económicas inmorales, comenzando con los grandes bancos
norteamericanos y sus connivencias con determinados presidentes
norteamericanos, de forma tal que se evitaban leyes que pudieran limitar
las estrategias de ingeniería económicas de los grandes bancos (Ver el
DVD “INSIDE JOB”, producido por Charles Férguson, de 2010) y otras
instituciones económicamente importante.
Por otra parte la corrupción a nivel
mundial evidencia la existencia de grandes sumas de dinero cuyo destino
suele frecuentemente ser para obtener objetos, servicios, etc., para
disfrutar de una vida hedonista.
En España, por ejemplo, a medida que la
población ha sido informada de los escándalos financieros que no dejan
de sorprendernos, hasta tal punto que ya se siente cuál será el próximo
escándalo que aparecerá. Esta información ha puesto en evidencia la
existencia de grandes bolsas de dinero, que en lugar de revertir a la
población, van a parar a personas individuales para un uso hedonista de
éstos.
El sueldo mínimo asegurado fortalecería,
naturalmente, la libertad de la persona. La persona ya no necesitaría
trabajar por miedo al hambre. Tendría tiempo para pensar tanto en las
condiciones de su vida concreta como también reflexionar en los aspectos
filosóficos y misteriosos de la vida y su significado.
En la tradición religiosa y humanista de
occidente está arraigado el derecho que el ser humano tiene de vivir y
de serle aportado todo lo básico que necesite en su vida.
En esta primera aproximación al tema del
sueldo asegurado, no me referiré a las objeciones que se expresan
habitualmente contra dicho tema.
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